Reflexión: ayuda a damnificados por el
sismo
CAS: Servicio
Fecha: 20 de septiembre de 2017
Horas: 5 horas
El
pasado 19 de septiembre ocurrió un terrible sismo de 7.1 grados que afectó
emocionalmente a todo el país, en consecuencia, la mayoría de los mexicanos nos
dimos a la tarea de ayudar a las personas más dañadas; unas acudieron a zonas
de derrumbe para quitar escombros y otras (incluyéndome) reunieron despensas
con lo necesario para que las familias dañadas pudieran comer y satisfacer
algunas de sus necesidades.
Me
organicé con mii familia para darnos un tiempo de ir al súper y comprar lo
necesarios para formar las despensas, entre ello iba leche en polvo y líquida,
comida enlatada, pañales, toallas femeninas, agua, etc. Posteriormente, acudí a
un centro de acopio cercano a mi casa para ayudar a formar las despensas en sus
respetivas cajas conjuntamente con demás vecinos. Considero que los resultados
de esta actividad fueron muy buenos porque siento que nuestra ayuda sí marcó un
cambio aunque haya sido pequeño; en las vidas de las personas damnificadas y
además, me puede dar cuenta que los mexicanos somos muy fuertes y unidos;
desearía que esto no sólo fuera cuando ocurren tragedias.
Después
de ayudar, me sentí muy bien porque lo estaba haciendo de corazón y empatía por
nuestros hermanos mexicanos que desafortunadamente resultaron afectados.
Durante esta acción, conocí el verdadero sentimiento de la empatía y la unión
de los mexicanos como nunca antes vista para mí. La realidad que se vivió
después de esta terrible situación fue esperanzadora, porque considero que en
general, el país se dio cuenta que la unión realmente hace la fuerza y que eso
fue justamente lo que ayudó a salir adelante. Sinceramente, el ver a todos
unidos nacionalmente cambió mi perspectiva de ver a mi país y a la vida; por un
lado me sorprendió mucho la disposición que las personas tenían para ayudar;
principalmente los jóvenes y me dio gusto saber que todavía hay fe en la
humanidad y que aún no se han perdido tanto los valores que se han tratado de
inculcar y preservar por años en las generaciones. Un valor muy importante en
la vida es la empatía; siempre es bueno ver por los demás y ayudar sin mirar a
quien. El sismo cambió mi vida porque me di cuenta de lo frágil que es la vida
y que de un momento a otro podemos dejar de existir, por ello, es importante
siempre expresarle a tus seres queridos cuánto los amas y valoras, aprovechar
todos los días al máximo y decir gracias a Dios por un día más de vida lleno de
salud y bendiciones.
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